viernes, 1 de enero de 2021

Premio "Pata Platino"

Queridos amigos, compañeros, público “leyente”, 

Cuando me llamaron las Cabezas de Ajo para ofrecerme la posibilidad de escribir este discurso sabía que no podía negarme aunque los nervios me atenazaran. De poco importa que haya ganado cientos de premios, que haya recogido estatuillas afamadas como el Premio Cervantes, el Nobel… presentar el galardón “Pata Platino” es toda una responsabilidad y un honor.

Y es que la emoción recorrió mi piel cuando las Cabezas de Ajo me contaron cómo nació este premio. No es algo fácil de entender, me decían. Tendrías que ser Renglonero, apuntaban. Y yo, bueno, tengo best sellers, tengo talento, tengo premios, pero no, no soy Renglonero. ¡Cuánto daría por serlo! Pero hay que resignarse, no se puede ser todo en la vida. Resignarse, palabra curiosa, cuántas veces tenemos que conformarnos con lo que nos toca, y cuánto nos cuesta a veces. 

Una especie de resignación es aquello con lo que cargan una parte de los Rengloneros, aquellos que no son “Pata negra”, aquellos que por caprichos del destino no estaban en el lugar adecuado, a la hora adecuada, el año adecuado, el primero, el año de fundación. Los trenes pasan, es cierto, pero, a veces, cuando se pierden vuelven a pasar al año siguiente. Así que bueno, la historia de fundación del colectivo renglonero tiene un final feliz. Renglones de Ficción, como una familia, no estuvo completa hasta que todos y cada uno de sus integrantes estuvieron en el grupo, antes o después. 

Sin embargo, los Rengloneros, a menudo acuden a ciertos temas recurrentes que les alimentan, que les unen como grupo. Nadie sabe muy bien de donde han salido estos temas como, por ejemplo, la temporada que Esther vivió en el sótano de Walda, nacimiento, infancia y adolescencia de Emilio en el Oriente Lejano, el deleite de Martha ante el florecer de los ciruelos…Y uno de estos temas, periódico, favorito, es, sin duda,  la rivalidad genuina en torno a la “patanegrez”. 

El pasado mes de julio éste último tema salió a la palestra. Dardos envenenados sobrevolaban el chat renglonero. El clima era tan tenso que las Cabezas de Ajo recurrieron al antiguo truco. Ese truco que utilizan padres con niños cuando quieren que el pequeño abandone un deseo infantil inalcanzable: “no os preocupéis cada año, desde ahora, habrá un premio honorífico: El “Pata Platino”. Y así quedó la cosa, a medio camino entre la ilusión de recibirlo algún día y el olvido. 

Y llegamos hasta hoy. 1 de enero de 2021. Un año nuevo por estrenar. Hay que zambullirse en él con esperanza. Dejando atrás el 2020, un año que nos ha robado muchas cosas. Que nos ha hecho ver la cara más amarga de la vida. Una de tantas cosas que no podrá celebrarse este año es el tradicional concurso anual de microrrelatos Renglones de Ficción. La cita navideña con mayúsculas. Cabezas de Ajo han dado alguna vuelta a la posibilidad de celebrar este concurso y esta reunión de modo virtual. Pero no. No sería lo mismo. Por muchas razones. La primera es evidente. El calor de la reunión en torno a la mesa, los amigos, la comida, la literatura. Eso no puede vivirse de otra manera que no sea esa. 

La segunda razón, es también evidente para ellos. Este año les falta uno. Y las ausencias duelen. Él ánimo este año no es de celebración. La inesperada marcha de Helena deja un hueco en la mesa irremplazable. Nada volverá ya a ser lo mismo. El ánimo, como decía, no es de celebración… es de tristeza, melancolía, quizás de reflexión. También, como no, en este grupo, nunca puede faltar el humor, esa ventanita siempre abierta a sacar una sonrisa en la adversidad, y por ello estoy yo hoy aquí. Pero, sin duda, el ánimo que hay entre los Rengloneros, es el de homenaje, este año precisamente esto es lo que nos pide el cuerpo. 

Y esto entronca con esa idea fugaz que se cruzó en el mes de julio y que a día de hoy tiene más sentido que nunca. No hay mejor manera de celebrar la suerte que hemos tenido de contar con Helena tantos años en el grupo que entregarle de manera permanente el premio honorífico “Pata de Platino”.  
Creo que no es necesario que me extienda mucho. Sobradas razones tiene el colectivo para entregarle este premio. Sin embargo, me gustaría terminar este discurso con unas palabras que ella misma, la homenajeada, escribió con humildad en el chat en julio cuando se valoró la posibilidad de dar un premio de honor anual: “Me encuentro encantada de pertenecer a este grupo Renglones de Ficción, llanamente, con todo el corazón…A pesar de no contar en mi vitrina, ni con un Accésit suyo…Me ha enriquecido mucho simplemente el conocerle, y tenerle ahí…” 

Gracias, Helena, para nosotros también ha sido un honor disfrutar de tu amistad. De todos tus amigos rengloneros, este premio es tuyo. 









3 comentarios:

  1. Sí, gracias Helena por darnos tanto en tampoco tiempo y, gracias cabezas de ajo por recordarnoslo de forma tan precisa, preciosa y "literaria". Que así sea, lo del premio, digo.

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  2. Hermosa iniciativa! Solo que Helena,en su realidad poética, no vivía en esta dimensión sensible a virus, enfermedades ni atrofias mentales. Tampoco nosotros, dichosos amigos suyos en el universo de las letras, la amistad y la ficción en el que ahora la buscamos, fantasmas conjurados por el poder del Ajo.

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  3. Merecido premio para Elena.Pero para premio el que nos llevamos nosotros al conocerla y tenerla en nuestro grupo.

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