viernes, 22 de noviembre de 2019

BASES DEL IX CONCURSO NAVIDEÑO DE MICRORRELATO MENUDO RENGLÓN

- DEBERÁN participar los miembros del Colectivo literario “Renglones de Ficción"

- Cada participante DEBE presentar un único texto. Se recuerda que la participación en este concurso NO es voluntaria.

- Los textos tendrán una extensión aproximada de diez líneas en letra Arial 12 (un texto de 20 líneas sería pasarse un poquito, recibirías duras críticas tras el concurso... tú mismo)

- Todos los textos comenzarán por la frase "Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así". A esta frase le seguirá un punto y a continuación nos lanzaremos a contar lo que queramos. Esta frase está excluida del cómputo aproximado de diez líneas.

- Los textos han de ser colocados por los autores de forma ANÓNIMA como comentarios a esta misma entrada del blog (Pinchar un poco más abajo en donde pone “X comentarios”;Pegar nuestro texto en el espacio en blanco;Abrir la pestaña marcada como “Comentar como” y seleccionar la opción Anónimo;Darle a publicar comentario; Meter la palabra de verificación y Publicar comentario).

- OJO!!No firmar el texto ni poner el nombre en el comentario o vuestro texto quedará automáticamente fuera de juego.

- Los relatos podrán colgarse desde el 12 de diciembre (antes no estarán habilitados los comentarios) hasta el 18 de diciembre. El día de la cena será el 19 de diciembre y se espera que todo el mundo haya leído en el blog los microrrelatos participantes (y que cada uno tenga decidido cuales son los dos que más le gustan).

- El fallo del concurso se realizará durante la cena de navidad atendiendo al siguiente procedimiento:

• Las organizadoras (Cabezas de Ajo) numerarán los textos anónimos.

• Cada participante otorgará 2 renglopuntos a su relato favorito y 1 renglopunto a su segundo relato favorito (se confía de la buena fe de cada participante para no votarse a sí mismo).

• Se sumarán las puntuaciones y se nombrará al GANADOR y al finalista. En caso de empate ganará el relato que haya obtenido más veces puntuaciones de 2 renglopuntos.

• Como colofón final se procederá a realizar un juego fuera de concurso que consistirá en intentar averiguar a qué autor pertenece cada microrrelato.

- El ganador, una vez que haya sido nombrado, efectuará un breve discurso de agradecimiento en el que podrá trazar a grandes rasgos sus propósitos para el año. El nuevo elegido podrá autoproclamarse del modo que se le antoje.

 El premio otorgado al ganador será un diploma acreditativo y el magnífico honor de ostentar durante un año el título de ganador del VII Concurso “Menudos Renglones” .

 - Suerte a todos y …¡empieza el juego!

15 comentarios:

  1. Reina.
    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.
    El escenario ni es nuevo ni se celebra siempre en el mismo sitio, aunque los asistentes casi nunca cambian. Hay alguna falta pero la mayoría del colectivo asiste fiel a la convocatoria.
    Nervioso alguno, tranquilas las más e incluso, alguna, aunque nunca lo reconocería en público, asiste con una indiferencia neutra, igual que una observadora externa que sabe que no va a ganar. Indiferencia con respecto al premio, nunca al acto, que espera con ansia, casi infantil, de regalo de Reyes.
    La suerte no ha tenido nada que ver. Las votaciones han sido unánimes. El resultado se anuncia con gran expectación.
    - El premio de Reina del año de la residencia Las Verdes Praderas, este año es para...

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  2. Una historia de niños malos

    “que los muertos entierren a sus muertos” Stephen King

    Las cosas podían haber sucedido de otra manera… Era la frase machacona de mi madre mientras tomaba a sorbos té en una taza de Sevres. El vapor le hacía gotear la nariz como un
    grifo mal cerrado.

    Y sin embargo sucedieron así, una manía colectiva había infectado como una epidemia a los vecinos del edificio, se tiraban desde las ventanas a la calle.

    La del séptimo quedó hecha papilla. La inglesa del tercero quedó despatarrada en medio de la calzada como nunca antes se había animado a hacerlo. El gordo del segundo cayó sobre la marquesina de la entrada y rebotó, rebotó hasta la esquina.

    A algunos les costó salir, la del cuarto que pesaba como 200 kilos y me odiaba, bueno, todos me odiaban, se atrancaba en el marco de la ventana. Cuando cayó, quedó desparramada, parecía más inmensa.

    Cuando quedamos solos mi mamá y yo, abrí todas las ventanas de los pisos huerfános para que entrara el amarillo sol de mayo.

    Las puertas abiertas reían desdentadas a las escaleras. Todo el edificio era mío, incluidos los coches del garaje. Jeje.

    Todas esas pérdidas resultarían meros gajes del oficio que olvidan todos menos las familias
    contratiempos menores en el conjunto de la contienda.

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  3. La gota fría
    “Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así”
    El tejado estaba renovado, el papel municipal era tan claro como la derrama que le estrangulaba cada mes. Hoy tampoco llovería, internet era infalible. Dudó un instante antes de poner pie fuera del portal, demasiada humedad en la calle sin sol donde vivía, el deseo de la luz le resolvió a vencer su reticencia. El tiempo preciso para que ella se condensara en el punto justo de esa obra perfecta, se abandonara en brazos de la gravedad y con perfecta exactitud le entrase por el cogote, le helara la espalda y le congelase hasta el final. Hasta el culo.

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  4. LA SORPRESA

    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera
    y sin embargo, sucedieron así

    Sucedieron así las cosas y yo no puedo olvidarlo.
    Cuando comenzó, no podía imaginar siquiera lo importantes que serían para mí las horas de aquél día que amaneció tan frío. Como había helado decidí quedarme en casa para pasar al ordenador y terminar, un trabajo que tenía pendiente .Desayuné despacito para coger fuerzas y me arreglé. Con mucho orden y mucha parsimonia, porque sé que me suelen salir mejor las cosas cuando las hago con calma que si me apresuro, agobiada por las prisas. Abrí las cortinas al máximo para que entrara toda la luz posible y esperé a que se me abriera e iluminara también la mente. Tuve suerte y las palabras acudían a mis dedos sin hacerse esperar. De modo que cuando lo di por terminado, descansé. La mañana, pues, no tuvo nada de especial; transcurrió plácidamente
    Lo extraordinario ocurrió por la tarde: Salí a cenar con unos amigos y estaban muy agitados. No lograba enterarme del motivo, no les entendía nada…Hasta que uno , de pronto, gritó : LA SORPRESA, ¡veinte renglopuntos!

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  5. PROMESAS DEL FRÍO

    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.

    El sol caía sobre la casa de blancas paredes encaladas. Un potente coche se paró delante de ella. Aun puedo ver el rostro hermoso de la mujer, la arrogancia de él. Mi padre les hizo pasar y mientras les ofrecía un té les indicó el camino para llegar al yacimiento que estaban buscando.

    Ella reparó en los dibujos que había esparcidos sobre la mesa, eran manos que yo dibujaba de los habitantes de la aldea. Manos de ancianos surcadas por el tiempo con manchas en la piel. Manos de mujeres, ásperas, enrojecidas por el trabajo, manos de niños, sucias con las uñas rotas. Quedaron impresionados. Ella me pidió que le dibujara las suyas. Nunca había visto unas manos tan bellas. Hablaron con mi padre de mi futuro, volverían a por mí. Me llevarían a su país de nieve, de casas de maderas al lado de lagos transparentes, de bosques de abetos y renos... Ya se había puesto el sol cuando abandonaron la casa. Un extraño viento se levantó y los animales corrieron a refugiarse.

    La plaza está llena de turistas, sus voces se mezclan con la de los vendedores ambulantes, cuenta cuentos, encantadores de serpientes...El humo de los puestos de comida el polvo y el calor denso el aire. Yo paseo por ella con mi cartel escrito en cinco idiomas” DIBUJO TUS MANOS POR DOS EUROS “

    Anónimo

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  6. EL AURA INFINITA DE LA TRISTEZA

    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y sin embargo ocurrieron así.
    Fuimos realmente dichosos en las montañas, en nuestro refugio de madera rodeado de abetos y olor a tomillo. En invierno nos protegíamos del frio con la chimenea palpitante y el horno de pan. Nuestro perro cazaba algún conejo que Ana cocinaba bien aderezado. La ropa suave y las risas del bebé nos trasportaban a nuestra niñez, al armario de las sábanas de hilo recién planchadas. Los pájaros nos saludaban picoteando la ventana y el gallo anunciaba nuevos días de felicidad. Hasta que una tarde, el viento avisó de la inmediata avalancha que arrasó la cabaña y se llevó las canciones de cuna.
    Las semanas que pasé respirando desinfectante, oculto en vendajes y martirizado por comida insípida, me hicieron añorar mi vida con ellos, la vida que se acabó como el tronco se hace cenizas en la chimenea.
    Por la noche reina el silencio……………solo roto a veces el repique de esa enfermera que emana aroma de juventud a su paso, cuando acude a la llamada insistente de una habitación cercana. El tiempo transcurre tan lento a mi alrededor que me ha dotado de nuevos sentidos. Soy incluso capaz de percibir el aura infinita de la tristeza.

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  7. LOS HADOS O EL DESTINO



    Las cosas podían haber ocurrido de cualquier otra forma, sin embargo, ocurrieron así.





    Me voy la primera. Ellos parecen divertirse. Adiós con la mano y sonrisa cumplida; el ruido del bar me disculpa. Tiro de una manga y libero a mi abrigo azul del perchero dónde corre peligro de morir asfixiado entre tantos otros.




    En la calle, frío y frío. Meto mis manos en los bolsillos y allí, en el derecho , un papel, una hoja de agenda doblada en cuatro partes. Abro. Leo. Aún te sigo amando, no lo olvides jamás. Mi mano estruja el papel con tanta fuerza que las uñas se me clavan en la palma y... no es el frio el que me impide respirar.




    Poco después, tras de mi, una aguda voz de mujer grita, señora, oiga, el abrigo, mi abrigo, su abrigo, si, tome, iguales, disculpe, no hay de qué.




    Me desplomó en la silla de la cocina, todavía tengo mi abrigo puesto y la mano aferrándose al papel. Lentamente lo saco, lo estiro. Leo muy despacio. Aún te sigo amando, no lo olvides jamás.




    Y yo, que soy de las que creen que las cosas ocurren siempre por algo, siento ese amor infinito y, os aseguro... jamás lo podré olvidar.

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  8. Suerte, maestro.

    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Como cada tarde, antes de la corrida, El Cacereño y su mozo cumplieron con el ritual: mientras el maestro rezaba ante su improvisado altar, el mozo cosió al corbatín un crucifijo de oro. Al terminar, salieron del hotel, a cuyas puertas se agolpaba un gentío impaciente por desearle suerte en su despedida de los ruedos. Después de mil empujones, besos y abrazos, llegaron a la plaza. Una vez allí, no dio tiempo para mucho. Saludos, fotos y comienzo del paseíllo. El público aplaudía enloquecido. El primer toro era suyo. Tras la suerte de varas y el tercio de banderillas, le tocaba el turno a la muleta. Antes de lanzarse de nuevo al ruedo, se llevó una mano al cuello para tocar la cruz. El mozo vio su expresión y comprendió al momento. Salió despavorido por el callejón preguntando inútilmente, los vítores ahogaban su voz. De pronto, oyó un grito ensordecedor seguido de un penetrante silencio. Dio media vuelta, se asomó por el burladero y lo vio allí tendido, el cuerpo inerte sobre un charco de sangre, mientras matadores y subalternos luchaban por atender al maestro y distraer al toro asesino. En la quinta fila del tendido, una joven lloraba apretando en sus manos un pequeño crucifijo cubierto de polvo.

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  9. MONOTONÍA
    -Las cosas podían haber sucedido de cualquier manera y, sin embargo, sucedieron así –decía mi madre con resignación mientras intentaba limpiarse las lágrimas con el dorso de la mano derecha-
    -Así sucedieron y así sucederán para siempre en esta casa.
    Era el mismo rito desde la muerte de mi abuela: lo decía cada noche. Después de cenar, después de recoger los cacharros, después de apagar la lámpara del techo, después de encender la luz de su escritorio, después de encender un cigarrillo y, sobre todo, después de suspirar muy largo y muy hondo.
    Finalmente abría la botella de ginebra y brindaba por la cirrosis que había matado a su madre y que también acabaría con ella.
    Anoche hizo su último brindis.
    Mañana empiezo yo.
    Las cosas no podían haber sucedido de cualquier manera.

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  10. Cada hoja es una flor

    “El otoño es una segunda primavera donde cada hoja es una flor”. Albert Camus.

    Las cosas nunca son como uno quiere, ni como tendrían que haber sido.
    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.

    “Otoño, hojas ocres cayendo, deslizándose como insufladas por el viento. En el suelo olfateas la tierra húmeda, y el insecto se arrastra entre la hojarasca. Observas lechosas orugas. Contemplas. Ella contempla, en el silencio suspendido, cómo el rayo de sol se filtra entre las ramas de un pino de elevación extraordinaria. Tu brazo apoyado en el tronco, la respiración acelerada. Unida al árbol, detienes la carrera y te envuelves con la humedad del bosque.
    El silencio de la Naturaleza. Su enormidad justifica tu esfuerzo. Y el crujido blando y húmedo (de las cortezas de los árboles), y el júbilo extremo de los pájaros que siempre celebran la lluvia. La enormidad. Todo. Y todo en un instante se rompe. Tú presientes el horror, la atrocidad.
    El estrépito de unas ruedas de coche que derrapan en el mismo barro, y un hombre con chubasquero de verde monstruosidad. Se presenta brutal, ahogado por la lluvia. Abrasan sus feroces manos de animal que corren, cargadas de lluvia sangrienta, corren rápidas hacia el maletero. Con maldad lo abren y sacan el fardo, el cuerpo blando, y la tierna cabeza infantil que se quiebra”.

    Las cosas nunca tendrían que haber sido así, nunca debimos dejar que así fueran, nunca nos lo perdonaremos.

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  11. VIAJE ESPACIAL

    Las cosas podían haber sucedido de otra manera y, sin embargo, sucedieron así. La fuerte e inesperada colisión con el asteroide quiso que la nave cayera precisamente en esa tierra rojiza y áspera. Uno por uno los miembros de la tripulación fueron saliendo al exterior, milagrosamente intactos. Comprobaron con alivio que podían respirar sin necesidad de oxígeno. La reparación de la astronave y de los aparatos que les hubieran permitido adaptarse a atmósferas más desapacibles se antojaba inviable. ¿Sería aquel el planeta rojo?

    Ávidos de conocimiento exploraron durante mucho tiempo el nuevo territorio y pusieron en común sus conclusiones. El planeta estaba deshabitado, pero eran muchas las señales de que tuvo vida inteligente. Los combustibles fósiles habían sido devastados. En tres cuartas partes de su superficie debieron existir océanos.
    Los habitantes de aquel planeta habían vivido agrupados en torno a núcleos que ahora sólo eran escombros. Inventaron máquinas muy avanzadas Compusieron músicas que jamás habían escuchado. Escribieron. Pintaron. Eran un pueblo creador. Debían haber amado mucho.

    No había duda. Estaban en el planeta azul. Tierra, la llamaban ellos. Debió ser tan bella…

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  12. LA NUEVA ERA

    Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y sin embargo sucedieron así.
    Con la reprogramación genética y los nuevos avances tecnológicos nadie pareció dar importancia al primer bebé humano nacido con pantalla frontal. Cuando ya hubo toda una generación empezaron las primeras consecuencias. La pantalla en la frente de LCD y 16 megapíxeles mostraba los pensamientos de su dueño. Letras blancas sobre fondo negro. La humanidad tuvo que adaptarse a los cambios, primero eran niños pero luego chavales y después padres de otros niños que también heredaron la pantalla frontal. “Me gustas” podía leer la joven en la frente de su tímido compañero de clase. “Me das asco” leyó el marido en su mujer antes de que ésta lo tapase con su flequillo. Los matrimonios apenas duraban, sólo desenfreno y romances puntuales. Nadie soporta leer según qué cosas. Desaparecieron los asesinos, las guerras, los robos, la corrupción. La mala gente era encarcelada sólo con echar un vistazo a sus proyectos. La hipocresía y la falsedad quedaron desterradas. Las personas se esforzaron en cambiar su forma de pensar si de verdad querían tener éxito entre sus semejantes; era la única manera. La empatía se puso de moda. Desaparecieron muchas profesiones, en realidad, del mundo anterior no quedó casi nada. Tuvimos suerte los escritores. Somos los únicos que a partir de unos simples pensamientos hacemos magia.

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