domingo, 15 de enero de 2012

RELATO EN CADENA

Queridos Rengloneros: De acuerdo con lo acordado en la pasada asamblea/cervecera, comenzamos con el relato en cadena, en el que podemos participar a través de "Comentarios". Podemos acceder como anónimos o con nuestro propio nombre, y continuar el relato desde el punto en que lo encontremos. SIEMPRE DEBE QUEDAR ABIERTO. El plazo de participación se cerrará el proximo dia 31 de Enero a las 24 horas.
Y ahora a escribir diez o doce lineas como máximo.



AVENTURA EN EL DESIERTO
Llevaba tres días perdido por el desierto cuando empezaron a faltarle las fuerzas. Levantó la vista hacia el cielo y sus ojos se nublaron. Cayó al suelo como un fardo y permaneció inerte sobre la arena durante el resto del día.
Poco a poco, las tinieblas envolvieron su cuerpo y en sueños le pareció sentirse transportado a otro lugar. El crepitar de las llamas en una hoguera le hizo despertar. Abrió los ojos despacio y se encontró con el rostro de una mujer, que le miraba arrodillada a su lado. Él estaba tumbado en una estera y una manta le cubría el cuerpo.
– ¿Dónde estoy? Preguntó.
–Estás en la jaima del sultán Alí Ben Said, contestó ella.

11 comentarios:

  1. Esta respuesta confirmó las sospechas de Jamal pero le llenó de preocupación. Su único propósito en este viaje era encontrar a Ben Said pero que Ben Said lo encontrara a él lo cambiaba todo; ahora había más riesgo, mucho más.

    -¿Dónde está el sultán?
    -No debes hablar más.
    -¿Quién me trajo aquí?
    -No hables, hazme caso.
    -¿Quién eres tú?
    -Ahora no puedo informarte de nada. Sshhs, calla, cierra los ojos. Te conviene más seguir inconsciente.
    En la lona del fondo se dibujó una silueta.

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  2. Impotente, como quien recibe la factura de la luz y no enterarte de nada, y, sabiendo además, que no pasaron a medir, hasta que por decreto del gobierno, la subieron, se durmió.
    Se durmió para olvidarse de saber que todo era inutil,porque no podía encontrar abogados que pelearan por él, pues tenía que pagarles y estaba tieso, como la mojama.
    Al despertar algo más sereno y abrir los ojos, Po, Oyon, que era medio chino, medio africano, pidio un vaso de agua, pero claro, había que buscarla hasta el pozo más cercano y ella de nombre, Ma Mad,A, no estaba por la labor y viendo que el de la silueta era el esclavo Fel Pud, le grito para que la trajera.
    Al beber de la tinaja, porque no había vaso, se sintió tan aliviado que al mirar la boca de ella un estremecimiento de placer le recorrió la columna vertebral y otra cosa.

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  3. El siguiente en despertar fue Jamal y en la nebulosa que se dibujaba frente a sus ojos le pareció que aquella parte de la jaima hacía las veces de hospital de campaña. A su lado izquierdo un hombre bajito, a juzgar por sus rasgos medio chino, medio africano, pedía agua a gritos. A su derecha más de diez cuerpos se estremecían, deliraban o aullaban de dolor. Junto a él seguía arrodillada la misma mujer a la que antes de dormirse había interrogado.

    - Por favor, necesito que me digas donde está el sultán.
    - Sssshhh…debes seguir descansando.
    - Ha sido solo un desmayo por el calor y el cansancio, me encuentro bien. Se lo ruego, ¿dónde está el sultán?
    - Ali Ben Said está buscándote. Mi hermano te encontró inconsciente esta mañana y te trajo aquí. El sultán nunca te buscará en su propia casa. Nosotros sabemos que eres inocente, es mejor que te alejes y salgas del país.
    - De ninguna manera, he venido hasta aquí sólo con un propósito y no me iré sin cumplirlo. Y mucho menos ahora, que lo tengo tan cerca.

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  4. - El sultán es un hombre poderoso y vengativo. No conozco tus intenciones, pero enfrentarte a él no es una buena idea. No saldrías con vida de este lugar. Debes huir, mi hermano y yo te ayudaremos. Al alba encontrarás un camello y comida para varios días. Ya pensaremos la manera de proceder, tú descansa mientras tanto.
    Jamal no pudo evitar cerrar los puños con fuerza y que las lágrimas encharcaran sus ojos al pensar en el cuerpo sin vida de la mujer amada. Ya iba a replicar a su interlocutora cuando un sonido de instrumentos irreconocibles para Jamal hizo que enmudeciera la totalidad de la jaima. La mujer se levantó de inmediato y la expresión de su cara no parecía augurar buenos presagios.

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  5. El aire del desierto pareció calmarse, y la arena que insistentemente se había estado filtrando a través de la lona, retrocedió lentamente. La figura del sultán, soberbia y poderosa se hizo presente, proyectando una sombra enorme y terrorífica.
    La mujer trato de proteger a Jamal, intento cubrirlo con los bellos tejidos que aquella mañana habían traído unos viajeros de Damasco. Pero el sultán ya sabía de su presencia. Colérico saco su daga y fue hacía él,

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  6. De un salto,la mujer se interpuso entre Jamal y el Sultan, y haciendo uso de todas las artes en las que las otras mujeres la habian iniciado para hacer uso en situaciones de necesidad,dijo:

    - Padre amado,antes de nada te ruego escuches lo que este hombre tiene que decir;siempre fuiste un hombre sabio, tu inteligencia y grandeza de espiritu es conocida por todos los habitantes del desierto, solo tú puedes comprender y juzgar los echos desde tu suprema nobleza, sin caer en las bajezas de las que el resto de los mortales somos esclavos.

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  7. Pero Jamal, con el valor del que nada teme porque nada tiene que perder,se plantó ante el Sultán y mirándole directamente a los ojos negros como pozos profundos, exlamó:
    -¡Disponte a morir, víbora del desierto, tu hora ha llegado!
    Una sonrisa sardónica recorrió la cara del Sultán, dejando al descubierto destellos de oro.
    - ¿Y cómo piensas hacerlo?, repuso. ¿Acaso guardas un arma secreta entre tus andrajosas vestiduras?

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  8. El joven sonrió, de las camas de la enfermería, varios "enfermos" falsos, armados con sables y puñales que escondían entre las revueltas mantas, se levantaban y comenzaron a cargar contra la escolta del tirano. Su hermano Amar, uno de ellos, le pasó un puñal que Jamal hundió repetidamente en el pecho del sátrapa, borrándole su asquerosa sonrisa para siempre.
    Cogió de la mano a la hermosa joven, que lloraba horrorizada en un rincón, y corrieron todos a las cuadras del sultanato, buscando los veloces caballos que allí se criaban.
    Había que actuar por sorpresa, era la mejor estrategia dado su reducido número de guerreros, frente a las tropas del dictador.

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  9. Parados al pie de los caballos, la tomó de ambas manos y mirándola a los ojos, le habló así: Soy Jamal, guerrero vengativo; no alcanzo qué motivos te movieron a ayudarme, mi bellísima hurí del desierto; para que cuando el sol quemaba mi cuerpo casi sin vida, aparecieras en ella prestándome tus cuidados y velando mis delirios. No conozco tu nombre, pero en mi pensamiento siempre serás Anisa* * “Corazón piadoso”
    Mi espíritu lamenta haber correspondido a tu auxilio con el desamparo. En lo más profundo siento la daga que clavé en tu padre como un dolor en tu corazón. Y sé que nunca podré mitigar el que causa en el mío ese dolor.
    Anisa…

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  10. --Jamal, debes saber que soy hija del Sultán y de una esclava a la que éste raptó y tuvo retenida durante quince años en contra de su voluntad, hasta que la mató. Entiendo tu sed de venganza por la muerte de tu esposa a manos de los sicarios del Sultán y te pido que me lleves contigo.
    Jamal, Anisa y Amar montaron en tres magníficos caballos y galoparon alejandose hacia el horizonte en busca de la libertad.

    --¡Córten! Felicitaciones a todo el equipo. Ésta última escena ha salido perfecta. Rubén, ocupate de llevar las cintas a montaje y de recoger todo el material. ¡Buen trabajo!

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  11. Esto es solo el pricipio; ya se sabe que quien bien anda , bien acaba.
    El siguiente...
    besos a todos
    Cristina

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